Conseguir la certificación ISO 9001 requiere que las empresas cumplan los requisitos de la norma desarrollando un sistema de gestión de la calidad eficaz en su organización. Las empresas deben centrarse en tres áreas clave para obtener su certificación: Política de Calidad, Objetivos de Calidad y Control de Calidad.
Política de Calidad
La Política de Calidad es el documento que resume el compromiso de la empresa de proporcionar productos y servicios de calidad. Es una declaración concisa de los objetivos de la empresa y de cómo pretende alcanzarlos. Debe esbozar los procesos y procedimientos de la empresa y servir como documento guía para todos los empleados.
Objetivos de Calidad
Los Objetivos de Calidad son las metas de la organización que deben cumplirse para obtener la certificación ISO 9001. Estos objetivos se basan en las opiniones de los clientes y otras fuentes relevantes, y deben revisarse y actualizarse periódicamente para garantizar que son precisos y están al día.
Control de Calidad
Los procesos de Control de Calidad son los sistemas que utiliza la organización para garantizar que se cumplen los objetivos de calidad. Incluyen procesos como auditorías internas y externas, selección y evaluación de proveedores, recepción, inspección y pruebas de productos y servicios, documentación, satisfacción del cliente, acciones correctivas y preventivas, etc.
Conclusión
ISO 9001 es una poderosa herramienta que puede ayudar a las empresas a gestionar y supervisar sus diversas actividades. Si inviertes en esta norma, se beneficiarán de una mayor eficacia y de una mayor satisfacción de los clientes, entre otras cosas, como el ahorro de costes, ¡todo ello mientras mantienes los objetivos de tu política de calidad al alcance de la mano!